Unos 1.500 participantes acudieron a la cita más dura del calendario que ganó Lluís Barbé, campeón del Circuito Mundial 2012.
 
Sólo 19 corredores lograron acabar la novedosa categoría Ultra, de 21 kilómetros sobre un circuito con obstáculos de paja, cuerdas, hinchables, neumáticos, alambradas y mucho barro.

La prueba de Castellbisbal pasará a la historia como la una de las más duras del VIII Circuito Mundial Eternal Running. El motivo fue que la lluvia convirtió el recorrido en un auténtico barrizal e hizo mucho más difícil superar los 50 obstáculos diseñados por la organización. Aun así, esta competición que cuenta con el apoyo de KH-7, reunió a un total de 1.500 participantes.

La principal novedad de esta doble cita, la sexta y séptima de la temporada, fue que, por primera vez, a la distancia convencional de 10,5 kilómetros se sumaba una categoría Ultra, más larga y exigente, reservada a los más Invencibles. Así, mientras que la mayoría de participantes debían completar en menos de 3 horas el recorrido habitual, los más Invencibles debían realizar dos vueltas al circuito en un tiempo máximo de 4h15’.

La salida se dio a las 10h00, en el enfangado Circuito de Autocros de Castellbisbal, junto a L’Illa Esportiva. Desde ese punto y en su camino hacia la meta, los corredores tuvieron que cruzar el río Llobregat en tres ocasiones y sortear 50 divertidos obstáculos, como alambradas de 70 metros, tubos nocturnos, telas de araña, camiones de paja de 6 metros de altura, contenedores, cuerdas, neumáticos, hinchables y profundas zanjas con más barro que nunca. Y todo ello, bajo la lluvia y a temperaturas invernales por debajo de los 5ºC.

Entre los participantes destacó la presencia de Lluís Barbé, campeón del Circuito Mundial Eternal Running en 2012, que conquistó la victoria con un tiempo de 1h04’17”. En categoría femenina, la ganadora fue Judith Linares (1h15’25”), décima clasificada en la general.

En la categoría Ultra, tan sólo consiguieron completar la hazaña 19 corredores. El primer clasificado fue Xavier Montejo, con un registro de 2h04’18”. Completaron el podio de los más Invencibles, Lluís Borrás (2h05’11”) y Germán Cortero (2h05’51”).

Todos aquellos que lograron ‘sobrevivir’ a esta auténtica odisea tuvieron el honor de ser proclamados Invencibles y recibieron varios obsequios de KH-7, así como una camiseta técnica, un Gym Sac Invencible y un ticket para degustar una paella gigante que se sirvió a la llegada. También hubo premios a los mejores disfraces individuales y en grupo, como suele ser habitual en este tipo de carreras tan divertidas.

Al margen de la competición, los corredores y el público asistente pudieron participar en un concurso fotográfico en Instagram. Entre todas las fotografías que se tomaron durante la prueba de Castellbisbal y estén etiquetadas con el hashtag #invencibleKH7 #castellbisbal, se elegirá la ganadora, cuyo autor se llevará un lote exclusivo de KH-7 y una gorra.

Al final de la temporada, también se elegirá el ganador absoluto entre todas las fotos #invencibleKH7 que se hagan a lo largo de todas las pruebas Eternal Running.

La próxima cita del VIII Circuito Mundial Eternal Running se celebrará el 12 de mayo en Guadajalara.