En apenas tres semanas Laia Sanz y Nani Roma han pasado de competir en el Rally Dakar a 45ºC en los desiertos de Argentina, Chile y Perú, a participar en una carrera de coches sobre hielo a -20ºC. Lo han hecho hoy sábado en el circuito de Pas de la Casa, en la cuarta cita de las GSeries BPA de Andorra, bajo unas condiciones extremas de viento, nieve y frío que han puesto a prueba la resistencia de los pilotos inscritos y de sus vehículos.

De hecho, las bajas temperaturas han ocasionado averías en los coches de varios participantes y Nani Roma no ha sido una excepción. El subcampeón del Dakar, que ya es un habitual de esta cita invernal, ha roto el turbo de su coche al final de la primera serie y se ha visto obligado a abandonar la carrera. “Las temperaturas tan bajas no ayudan para nada a la mecánica. En mi caso ha entrado aceite en el turbo y ha empezado a salir humo por todas partes. En cualquier caso, esta carrera es muy divertida y siempre que puedo trato de participar en ella, aunque tengo que reconocer que prefiero el calor del desierto”.

Laia Sanz, que ha pasado por un día de las dos a las cuatro ruedas, ha superado las dos series clasificatorias y en la final ha sido 25ª al volante de un Volkswagen Golf. La 11 veces campeona del mundo de trial y vencedora del Dakar ha disfrutado de su bautismo en este tipo de competiciones, si bien a acusado su falta de práctica en este tipo de carreras: “He pasado de las dunas al hielo y me lo he pasado muy bien. Creo que me ha tocado el peor fin de semana de las GSeries porque hacía mucho tiempo que no hacía tanto frío en Andorra, por lo que me han dicho. Lo importante es disfrutar y probar una experiencia nueva. Ayer en los entrenamientos se me dio mejor, pero hoy han cambiado el sentido del trazado por temas de seguridad y no me he adaptado tan bien. Sobre hielo hay que jugar con los cambios de peso, los derrapes y aun me ha faltado algo de práctica, pero he disfrutado de la oportunidad que me han dado el Automóvil Club de Andorra”